Cada vez que hablamos de orden en la sociedad en la que vivimos siempre se levantan voces contrarias, argumentando que el orden mata la iniciativa y cercena el pensamiento.
También se argumenta que el orden impone rigidez, ataca la creatividad y no deja margen para que se puedan aportar nuevas cosas a los hombres.
También se dice que el orden es contrario a la libertad del hombre porque supuestamente impide que obremos según nuestra inteligencia, nuestra capacidad o simplemente por nuestros instintos.
Pareciera que hemos encontrado en el orden, al gran aglutinador de todos quienes se llaman a sí mismos libre pensadores y por eso hay permisividad de todo tipo.
Somos libres para obrar como nos parezca bien, somos libres para justificar los medios que utilicemos para lograr nuestros fines, somos libres para drogarnos o abusar de nuestros cuerpos.
Somos libres para estafar, robar, mentir, justificándonos en que para lograr determinadas metas, debemos hacer determinadas cosas, superando las ataduras de la moral o del respeto a los demás.
Pero con tanta libertad, hasta donde hemos llegado? Somos verdaderamente libres? O somos rebaños desenfrenados dominados por los instigadores de maldad?
Hasta donde queremos llegar con esta supuesta libertad? Por qué no pensamos por nosotros mismos? ESolamente entonces ntenderemos que el Orden superior, no ata al hombre, porque Dios quiere hombres libres con su Orden.
Jeremías 10:12
Diego Acosta García