Es bueno que recordemos que el casamiento supone además de la fiesta y de todo lo que rodea con toque de mundano el acontecimiento, es también un compromiso fundamental.
Es un Pacto que acuerdan un hombre y una mujer para enfrentar la vida futura siendo una sola carne, por lo tanto debemos de tener siempre presente que es un auténtico mandamiento.
Dios nos ha creado y Él sabe que es lo bueno, perfecto y agradable para cada uno de nosotros, porque esa es su Voluntad hacia nosotros, por lo que sí ha creado el matrimonio es porque es lo mejor para las joyas de su corona.
Esto significa que cuando soplan los vientos de adversidad para la vida matrimonial, es el momento de tener presente que cuando nos casamos asumimos un Pacto.
Por tanto ese Pacto debe ser respetado tanto en los buenos como en los malos tiempos y el Pacto debe ser cuidado y debemos luchar por preservarlo, aunque debamos luchar contra nuestro orgullo o con nuestras razones.
Dios es un Dios de Pactos y el matrimonio es un Pacto que Él estableció para que el hombre y la mujer vivan de acuerdo a sus normas, porque es lo mejor para nosotros!
Mateo 19:6
Diego Acosta García