Hay quienes disfrutan de una práctica que se puede entender como leer entre las líneas de lo que está escrito, para descubrir cosas que otros tal vez no pueden captar.
En el fondo tal vez se trate de otra de las manifestaciones de arrogancia que muchos hombres y mujeres utilizan para demostrar su inteligencia o su capacidad superior a la de los demás.
Se podría decir también que es otra manera de interpretar los mensajes de personas importantes, para que al leerlas sepamos encontrar ideas o pensamientos que no están reservados para todos.
Nos preguntamos: Es bueno o es malo este asunto de las entrelíneas? En sí mismo podríamos decir que es algo neutro, pero precisamente por eso es peligroso.
Todo lo que sea neutro, lo que no sea explícito, lo que encierre mensajes llamados subliminales, todo lo que sea indefinido o gris, lo que sea relativo, difícilmente podrá ser bueno.
En qué nos basamos? En todo lo que nos ha sido enseñado con relación a la Palabra de Dios, que siempre es explícita, contundente, categórica. Se podrá argumentar que muchas veces la Palabra debe ser interpretada.
El mensaje del Eterno siempre puede ser interpretado pero a la Luz del propio mensaje, siempre en su contexto y nunca a través de otras formas de análisis. Seamos cuidadosos con las entrelíneas!
Deuteronomio 4:2
Diego Acosta García