DEVOCIONAL
Buscando en un álbum de fotos me quedé sorprendido por los epígrafes que tenían algunas.
Personas de elevada estatura se quejaban de eso precisamente y lo mismo hacían quienes por el contrario, eran de baja talla. Que tenían en común: Su voluntad de quejarse por su apariencia.
Estas observaciones me llevaron a pensar en la Palabra de Dios y a cómo nos olvidamos de la Sabiduría infinita que hay en ella. Allí, altos y bajos tienen la respuesta a sus supuestos males.
Pablo nos advierte a que no nos conformemos con las cosas del mundo. Advertencia perfecta para estos y otros muchos casos, porque no se trata de que sustituyamos la queja por el conformismo.
Se trata de algo mucho más profundo Y es que nos aceptemos tal y como somos, porque así le ha placido al Eterno que seamos. Esta es la Verdad Única con relación a nuestra apariencia.
Cada uno con la suya, porque así somos semejantes a ÉL.
Romanos 12:2
ES – No os conforméis a este siglo,
sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.
PT – E não vos conformeis com este mundo,
mas transformai-vos pela renovação do vosso entendimento,
para que experimenteis qual seja a boa,
agradável e perfeita vontade de Deus.
Diego Acosta / Neide ferreira