Una imagen impactante nos puede hacer perder de vista lo más importante: El significado que tiene en la vida de las personas.
Una de las adicciones que los hombres hemos aceptado como parte de la vida de relación, es la de beber para formar parte de un grupo.
La bebida se presenta así como un instrumento para desarrollar la vida social de las personas y por eso se sugiere la moderación en el consumo.
Estas expresiones formales nos desvían del otro gran problema que encierra la bebida como cualquier otra adicción: Las razones por las que se bebe.
Alguien dijo hace algunos años: Detrás de una adicción hay un drama humano!
Y es en este punto donde como creyentes tenemos una gran responsabilidad. Una persona con problemas de consumo de cualquier sustancia, no precisa de nuestro juicio precisa de nuestra ayuda.
La Biblia nos manda constantemente a que prestemos atención a los débiles y en esa condición debemos de estar junto a quienes no tienen la suficiente fortaleza como para vivir en una sociedad como la nuestra.
La adicción puede convertirse en un refugio para tratar de sobrellevar la dureza del mundo que nos rodea, razón por la que esas personas precisan de nuestra Misericordia.
Quién bebe en sociedad es distinto de quién bebe en soledad!
Pensemos con Amor en esas personas que están clamando aún sin saberlo, porque alguien se acerque a brindarles lo que están necesitando.
Jesús nos manda a estar no con los poderosos de la Tierra, sino con los débiles, con los eslabones más frágiles de la cadena de la sociedad.
1 Tesalonicenses 5:14
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira