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Con un ataque suicida se interrumpió el culto que se realizaba en la Iglesia Memorial Betel, ubicada en Zarghoon Road, en la ciudad de Quetta en Pakistán.
Por lo menos nueve personas resultaron muertas por las explosiones, que fueron seguidas de disparos de armas de fuego, ocasionando más de 30 heridos.
El ataque terrorista se produjo en esta ciudad del oeste de Pakistan, cuando en la iglesia metodista participaban del culto más de 400 personas.
La plaza Imdad fue acordonada por la policía y en un tiroteo fueron muertos dos de los terroristas, en tanto que otros dos lograron fugarse.
Entre los muertos hay mujeres y niños y la policía ha montado un gran dispositivo para tratar de detener a los terroristas fugados.
Los hospitales de la región han sido declarados en estado de alerta para poder atender a los más de 30 heridos, que sufren heridas de distinta gravedad y entre los que también hay mujeres y niños.
El jefe del Estado Mayor del Ejército emitió una declaración en la que afirma que: El ataque a la iglesia de Quetta contra nuestros hermanos cristianos pakistaníes es un intento de afectar las celebraciones navideñas y crear divisiones religiosas. Permanecemos unidos y firmes para responder contra esos atroces intentos.
Pakistán tiene una población de más de 200 millones de habitantes en su mayoría musulmanes suníes. La población cristiana no llega al cinco por ciento y supera los tres millones de fieles.
Diego Acosta
