Blog del TIEMPO
Al cumplirse el 105 aniversario del Genocidio Armenio, es importante recordar que cualquier forma de olvido sobre este tremendo episodio histórico, abre las puertas para que se vuelva a repetir.
La noche del 23 al 24 de abril de 1915, es recordada como el domingo rojo, pues en esas horas fueron detenidos 250 de líderes e intelectuales armenios en Constantinopla y luego trasladados a las cercanías de Ankara.
El Imperio Otomano acusaba a los armenios de ser responsables por aliarse contra sus enemigos, poniendo en peligro la integridad y la seguridad.
Las matanzas organizadas por los turcos provocaron débiles protestas de sus aliados, principalmente Alemania y Austria.
Miles de hombres mujeres y niños encontraron la muerte por hambre con la deportación, por quemas masivas, ahogamientos, gases tóxicos, inoculación de tifoidea, sobredosis de morfina.
Los turcos alegan que los muertos se produjeron en confrontaciones inter-etnias y los musulmanes niegan los hechos y por lógica que se haya producido un Genocidio.
En el juicio celebrado en París el 11 de Febrero de 1919, uno de los tres responsables de las matanzas, confesó su planificación y el propósito de exterminar a los armenios. También fueron masacrados cristianos asirios y los griegos pónticos. La Memoria debe honrar a los mártires.
Diego Acosta.
