CONSIGNA: SER PRUDENTES Y ESCUDRIÑAR
ANTIVIRUS
En distintos países y por los mismos motivos, los hombres y mujeres que trabajan diariamente para combatir la peste del corona, están siendo reprobados.
Asombra la actitud de una sociedad que ha encontrado en estos servidores un punto de referencia, no solo profesional sino de un acendrado espíritu de sacrificio.
No es la primera vez en la historia, que los hombres que más trabajan por los suyos, sean vilipendiados, agredidos y estigmatizados. Conducta triste y temerosa de quienes solo están preocupados por su propia situación.
Tal vez este sea una forma de comprobar el tremendo grado de egoísmo del mundo en el que vivimos, donde las soluciones personales están por encima del conjunto. El tristemente célebre…sálvese quién pueda.
Creemos que no es necesaria ninguna defensa de los trabajadores de la sanidad o la de otros servidores públicos. Simplemente basta con el reconocimiento público que podemos hacer de ellos como auténticos referentes morales de una sociedad, que pretende castigarlos.
Diego Acosta