Blog del TIEMPO!
Los brutales atentados de Sri Lanka, vuelven a mostrar que hay quienes defienden sus ideas, al precio de la muerte.
Se olvida así, que ninguna idea vale más que una vida. Pero en este mundo convulso, pareciera que todo es válido. Que todo se justifica, que todo se tolera.
Más de 290 muertos, entre ellos los fieles de tres iglesias cristianas, es el saldo de dolor en un país de 22 millones de habitantes, que parece volver a los fantasmas del pasado tras alrededor de 10 años de paz.
Clamamos al único y verdadero Dios por su Justicia!
La muerte no debe ser el argumento de quienes se creen con derechos a imponer sus ideas o sus creencias.
Diego Acosta