Con qué frecuencia evitamos los pasajes bíblicos que revelan cómo se abatió la ira del Eterno sobre su Pueblo y sobre quienes tuvieron la osadía de rebelarse contra ÉL.
Con certeza yo soy uno de los primeros en hacer esto!
Sin ánimo de justificarme, creo que es entendible que tratemos de evitar esos pasajes que son estremecedores por su crudeza y su profundidad.
Pero si no los leyéramos nos haríamos la falsa idea de que lo que rodea al Todopoderoso es inefable y para usar una figura coloquial del mundo, color rosa!
Nada más alejado de la realidad!
Si el Soberano no nos amara, no nos disciplinaría y nos abandonaría a nuestros propios errores, a nuestras propias iniquidades, a nuestras concupiscencias.
Esto a veces es muy difícil de comprender y es el argumento que equivocadamente utilizan quienes se empecinan en denostar o negar a Dios.
Es lo mismo que ocurre con nuestros hijos. Si no obráramos con firmeza con ellos, podrían pensar que con un llanto, podrían manejar cualquier situación.
Solo que la firmeza debe ir estrechamente ligada con el Amor. La firmeza puede convertirse en dureza si no está acompañada por el mandato del Amor.
Cuando obran juntas, producen grandes y benéficas consecuencias. Entendiendo esto podremos entender la ira del Supremo obrando con su Pueblo.
Leamos la Biblia sin temores ni prejuicios!
Desde Génesis hasta Apocalipsis está todo lo que el Creador quiere que conozcamos. Por tanto estamos obligados a conocer cada pasaje. Aunque nos duela, nos provoque, nos atemorice o nos imponga!
No cometamos el error de IGNORAR la Palabra de Dios!
Isaías 63:4-6
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira