Cada día el Todopoderoso tiene una lección para corregirme!
Cada día!
Así es como he aprendido sobre algo que pude distinguir como un grave error, en mi vida de cristiano. Un error que me apresuro a corregir.
Se trata de lo que considero Importante!
Que es importante para mí?
Qué es IMPORTANTE para el Eterno?
Ahora tengo la certeza de la enorme diferencia que existe entre lo que un ser pequeño y necesitado considera valioso de aquello que el propio Dios considera trascendente.
La explicación es sencilla, pero entenderlo me resultó extremadamente difícil.
Cada vez que oro al Soberano, le pido seguramente por algo que creo es tremendamente necesario para mí.
Sin embargo en esa situación me olvido de lo fundamental: Quién soy yo, para determinar lo que es importante de lo que no lo es?
Acaso pretendo ocupar el lugar del Todopoderoso?
Pensándolo desde esta nueva perspectiva, ahora entiendo que eso es lo que estaba haciendo:
Nada más ni nada menos que ocupar su lugar.
En otras palabras: Estaba determinando como debía obrar Dios ante mi necesidad, olvidando que ÉL está en el control de todas las cosas.
Y por esa única razón, ÉL decide lo que es mayor y lo que es menor, lo que es valioso de lo que no lo es, de lo que es urgente y de aquello que no pasa de ser una humana ansiedad.
He aprendido que lo IMPORTANTE para el Santo de Israel, es mi obediencia y mi confianza!
Todo lo demás, está sujeto a su VOLUNTAD y por tanto, aquello importante para mí, puede ser prescindible para ÉL.
Éxodo 15:2
Diego Acosta / Neide Ferreira