INSISTENCIA

DEVOCIONAL

Es evidente que nuestra condición de humanos nos lleva a realizar acciones que superan todo lo razonable, solamente por el hecho de insistir una y otra vez sobre lo mismo.

Distinta es la perseverancia!

Una cosa es insistir y otra perseverar, porque sabemos que estamos en el Camino correcto y se nos demanda ser fieles a esa certeza y no abandonar ante las dificultades.

Pero cuando insistimos por nuestras propias convicciones, la cuestión cambia porque estamos dejando de confiar en el Eterno y poniendo nuestro afán por encima de toda consideración.

Más de una vez me he visto sorprendido por situaciones en las que luego de un tiempo, advierto con tristeza, que los malos resultados solo son consecuencia de mi error inicial, el de insistir confiando solamente en mis fuerzas.

En momentos precisos, es necesario reflexionar siempre, para no cometer errores que bien podrían haber sido evitados. Trato de recordar esta advertencia, para no tropezar tantas veces en la misma piedra.

Salmo 31:3
ES –
Porque tú eres mi roca y mi castillo;
por tu nombre me guiarás
y me encaminarás.

PT Porque tu és a minha rocha e a minha fortaleza;
pelo que, por amor do teu nome,
guia-me e encaminha-me.

Diego Acosta / Neide Ferreira