INTENTOS

Por experiencia personal podemos afirmar que en numerosas oportunidades hemos intentado asumir un rol, inimaginable para nadie, que no es otro que ocupar el lugar de Dios.

Cuando hacemos esto? Cuando nos afanamos por lograr objetivos que nos hemos planteado, tratando por todos los medios lograr resultados, sin pensar qué recursos utilizamos.

O cuando nos obstinamos en lograr el éxito, cuando es evidente que las puertas se nos cierran, no por voluntad de los hombres, sino por la Voluntad del Eterno.

Siendo así, por qué persistimos en este grave error de ocupar el lugar de Dios? Seguramente está en la naturaleza humana intentar hacer todo lo que está en nuestras fuerzas.

Precisamos demostrarnos y demostrar a los demás, que somos capaces de lograr cosas que otras personas no pueden conseguir, sin admitir que nosotros tampoco estamos en condiciones de hacerlo.

Solamente cuando nos hemos golpeado hasta el dolor, trabajado hasta la extenuación, fracasado hasta lo inaudito, es cuando reconocemos que estamos ocupando el lugar equivocado.

En ese momento, en la desesperación de vernos frustrados, acudimos al Señor pidiendo perdón y clamando por su Misericordia. Entonces y solamente entonces Dios comenzará a obrar con su Omnipotencia. No lo olvidemos!

Job 22:23
Diego Acosta García
Música: Neide Ferreira

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