Que nos ocurre cuando Jehová toma decisiones que nos sorprenden y que no aceptamos? Algo en nosotros nos obliga a reaccionar y a hacer lo contrario de lo que nos demanda aún a riesgo de colocarnos en rebeldía.
El caso específico de Jonás es más que llamativo. No solo fue el único profeta que utilizó el Eterno para llevar un mensaje a una ciudad que fuera capital de un país distinto de Israel, sino que fue el único también, que huyó para no cumplir el mandato.
Estas excepcionales circunstancias difícilmente vuelvan a repetirse pero es importante que tengamos en cuenta lo que ocurre cuando pretendemos, no hacer la Voluntad de Dios y hacer la nuestra.
No cabe ninguna duda que la especie humana tiene un componente de desacato a la autoridad que parece ser parte inherente de su raciocinio. Única manera de tratar de explicar y entender como es posible que nos rebelemos contra nuestro Creador.
Jonás representa el doble papel de un rebelado… que huye!
No aceptó el mandato que recibió y además intentó escapar de quién le dió una misión para cumplir. Aprendemos de esta lección bíblica, que como otras muchas nos ayudan a vivir.
Ninguna rebelión será tolerada por el Eterno y mucho menos podremos escapar de su Poder!
La sumisión a Dios nos garantiza la plena vigencia de su cuidado sobre cada uno de nosotros y la obediencia nos preserva, incluso de nuestra propia maldad. Si aceptamos estos principios, nos evitaremos la tarea imposible de escapar de quién nos conoce mejor que nadie: Nuestro Creador!
Jonás 1:1-3
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
