Hay versículos de la Biblia que son un auténtico compendio de Sabiduría que viene de lo Alto y que resultan imprescindibles de aplicar en nuestra vida cotidiana.
Uno de ellos se refiere a andar juntos, como lo estableció Jesús con los discípulos, a los que siempre envió de a dos para cumplir sus misiones.
Enviar de a dos puede resultar para algunas personas un buen ejemplo de falta de confianza. Pero en un sentido más profundo, tiene un contenido muy especial.
Se trata de la compañía, del ayudarse mutuamente, cuando llegan los momentos de desfallecimiento, de cansancio, sea físico o espiritual.
Además el andar juntos significa también concordar con aquello que debemos hacer y que juntos es más fácil de concretar.
Tal vez sea por eso que frecuentemente entre los creyentes se hable de las personas que hacen la guerra por sí mismos, alejados de los demás.
Esto tendría su explicación si respondiera de manera concreta a un mandato específico, caso contrario el andar solo muchas veces significa un acto de soberbia mayúsculo.
Andar solo puede representar una manera de tener autoconfianza excesiva, que nos expone a más de un tropiezo.
Volviendo al ejemplo de andar juntos, también supone un ejercicio de tolerancia, de respeto, de consideración hacia quién está a nuestro lado.
Demos gracias al Todopoderoso por tener a alguien a nuestra vera, porque puede resultar el apoyo imprescindible para un momento de debilidad.
No olvidemos que en todo lo que el Eterno hace o manda hay un sentido superior que muchas veces no sabemos comprender en toda su magnitud.
Amós 3:3
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira