EL ORIGEN DE LA HUMANIDAD – IV
Génesis 2:7
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,
y sopló en su nariz aliento de vida,
y fue el hombre un ser viviente
El Eterno nos amplia los conocimientos relativos al grandioso momento de la Creación del primer hombre de la especie humana. La Joya de su Creación.
A partir de este versículo comienzan a revelarse los detalles de lo ocurrido en el Día 6, Génesis 1:24-31.
Es notable la utilización del verbo hebraico que se traduce como “modelar” que define el trabajo de los artesanos que trabajan con el barro, los alfareros, Isaías 45:9; Jeremías 18:6, produciendo auténticas obras de arte, Job 33:6.
Jehová creó al hombre mezclando los dos elementos básicos de la naturaleza: El agua y la tierra, para formar el barro.
Es relevante advertir que la palabra hebrea adamá, se traduce como “tierra”, lo que tiene un notable parecido con la palabra hombre o ser humano, que se traduce en hebreo como adam, que podría ser interpretado como “formado de la tierra”.
Esto pone en evidencia que la joya de la Creación, tiene su valor no por los elementos físicos que la componen sino por la existencia del alma, Job 33:4.
De esta explicación surge como resultado que tanto los hombres como los animales, compartimos básicamente los mismos elementos fundamentales: Agua y tierra. Por esta razón los estudiosos se sorprenden cuando los hombres y el resto de los seres vivientes, prácticamente compartimos los elementos esenciales. Porque fuimos Creados en base al agua y la tierra. Cuestión esta, que parece que muchos científicos se niegan a admitir, porque iguala a toda la Creación y clarifica la idea de que hemos sido Creados y por un Único Creador.
La grandiosa diferencia reside en que el hombre fue creado a Imagen de Dios, Génesis 1:27, con la capacidad de poder relacionarse con su Creador y con la autoridad para comportarse como mayordomo de todo lo creado, Salmo 8:5-8.
Para quienes creemos en Jesús, esto significa que adquirimos la condición de Hijos y también de siervos, si lo servimos.
El soplo de Vida de Jehová, creó del agua y del barro, la naturaleza del hombre y lo transformó en Un ser viviente. Grandioso e inimaginable para los propios humanos!
Quién sino el Todopoderoso podría hacer algo semejante?
Solamente el Eterno es el gran Autor de todo lo que conocemos y lo que desconocemos!
ÉL es el Poder Creador!
Diego Acosta