La genealogía del Capítulo 5 de Génesis, es la primera que consta en la Palabra de Dios.
La finalidad de las genealogías es la de fundamentar la condición de descendientes de Abraham, de manera que cada padre enseñaba y enseña a sus hijos sobre la certeza de que de esa raíz nacería el Mesías.
Además confería la certeza de formar parte del Pueblo de Dios.
Tienen también la trascendencia que nos demuestran como el Omnipotente, conoce a cada criatura por su nombre y que no somos una masa informe, sino joyas únicas y especiales de su Creación.
Fuimos creados a su semejanza y transfirió esa imagen divina para cada uno de nosotros. La condición de mortales que tenemos a partir del pecado de nuestros padres, nos acompañará hasta el Día del Juicio.
Hay dos hombres que rompieron esa forma de proceder del Altísimo: Uno de ellos fue Enoc, que anduvo con Dios, lo que significa que además de creer en ÉL tenía una íntima comunicación con el Padre, Génesis 17:1, Éxodo 13:4 y Colosenses 2:6. El otro hombre que tuvo una forma singular de ser llevado junto al Padre fue Elías, 2 Reyes 2:11.
Adán y Eva luego del asesinato de Caín, tuvieron otro hijo, Set, que suplantó a Abel, en cuanto a la descendencia.
Enoc descendiente de Set, representó la bendición por su forma de obrar y por su forma de relacionarse con el Supremo.
Eva cuando nació su tercer hijo, Set, llamó a Dios con el nombre de Elohim, que puede interpretarse como Dios de la Creación y el Poder.
Set fue el primer hombre en referirse al Eterno como Yahweh y fue el precursor de las reuniones en las que se adoraba a Dios.
Como es fácil advertir por la descendencia de Set, continuó la bendición del Soberano sobre la especie humana.
Lamec en cambio, representó el espíritu de Caín y heredó su condición de hombre violento y alejado de Dios.
Set y su hermano Lamec, representan las actitudes de los hombres en cuando a honrar a Dios o en cuanto a obrar en contra de sus mandatos.
Diego Acosta