ANTIVIRUS

Aunque resulte exagerado durante casi una semana, se puede afirmar que la economía global estuvo pendiente de lo que debió haber sido un accidente naviero.

En realidad de simple no ha tenido nada, porque demostró que la imprevisión pudo más que la sensatez y que la las urgencias del dinero prevalecieron sobre cualquier otra consideración.

Haciendo un enfoque diferente nos podemos preguntar: Tan débiles somos?

Los hechos demuestran que lo somos, porque a pesar de la supuesta capacidad y magnitud de las creaciones del hombre, cuánto más grandes nos creemos, en esa propia grandeza está la fragilidad.

Pensando en esto, tenemos la impresión que hemos perdido como sociedad toda forma de humildad y que nos rendimos solo ante la ambición y la necesidad que plantea una forma de vivir basada solamente en la necesidad de lograr beneficios.

Si por un momento dejáramos de mirar las circunstancias, podríamos ver que lo único importante de la vida, es no perderla tras los afanes que nos alejan de Dios.

Diego Acosta