En la Mesopotmia el nombre de Nimrod, está relacionado con lo que destaca la Biblia, que fue el primer poderoso de la tierra; Génesis 10:8.
Precisamente en esa condición fue que se rebeló contra Dios. Luego del Diluvio el Eterno había mandado a los hombres a que fructificasen, multiplicasen y a llenar la tierra.
Este mandato suponía avanzar hacia nuevas regiones y poblarlas. Y aquí surge Nimrod. Él decidió que en lugar de cumplir con lo establecido por Jehová, se establecerían en una ciudad en la llanura de Sinar.
Y para ejemplificar su poder y la dimensión de su antagonismo con el Todopoderoso, Nimrod mandó construir una torre cuya cúspide debía llegar hasta el cielo.
La ciudad era Babel y la torre era la construcción típica de la Mesopotamia, llamada azimut.
La rebeldía de Nimrod y de quienes lo seguían, consistió en detenerse y en construir una ciudad, en lugar de seguir poblando la tierra en todas direcciones.
Esta decisión supuso entre otras cuestiones, fabricar ladrillos de barro, por cuanto al estar establecidos en la llanura de Sinar, obviamente no había piedras.
Nimrod y quienes lo tenían por su caudillo, prosiguieron su obra hasta que descendió Jehová. Vio lo que hacían, la torre que levantaban y comprendió que había una sola manera de alterar sus planes de rebeldía.
Provocó que no se entendieran los unos a los otros, lo que provocó la dispersión de quienes se encontraban en la nueva ciudad.
Ellos habían decidido asentarse y Jehová dispuso que se dispersasen. La ciudad pasó a llamarse Babel, que en hebreo significa confundir, Génesis 11:1-9.
Nimrod y todos los hombres poderosos de la tierra que enfrentaron a Jehová, nunca pudieron cumplir con éxito su propósito.
Al Poderoso de Israel, nadie lo puede enfrentar!
Diego Acosta