LA OTRA HISTORIA – VII

la otra

VIDA Y EXCOMUNIÓN DE GALILEO GALILEI

Galileo Galilei es una de las mentes más brillantes de la historia de la humanidad. Luego de haber hecho asombrosos aportes a la ciencia, terminó su vida excomulgado y en arresto domiciliario perpetuo.
En él se ejemplifican las grandes contradicciones de la vida de las personas. Honrado como pocos fue denostado como muchos.
Fue protagonista de un momento histórico de la ciencia. Por un lado se enfrentaron los lineamientos de que los planetas giraban en torno a la tierra, como sostuvo Aristóteles y defendía la iglesia católica. Galilei sostuvo lo que determinó Copérnico, que los astros orbitaban en torno al sol.
En 1616 la iglesia católica le prohibió dos cosas: Enseñar y defender la teoría Copernicana del movimiento de los astros.
En 1632 luego de haber hecho notables aportes a la ciencia universal, nuevamente fue condenado por herejía por la iglesia católica al publicar su libro: Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, tolomeico y copernicano.
Fue convocado por la Inquisición de Italia y declarado culpable del delito de herejía, por lo que se lo condenó a la excomunión y a la reclusión perpetua, que posteriormente se transformó en prisión domiciliaria perpetua en su casa de la Villa de Arcetri, al sur de Florencia, donde murió casi ciego el 8 de enero de 1642.
En el juicio el gran sabio italiano declaró: La naturaleza y la Biblia derivan ambas de Dios, y es absurdo querer contradecir la naturaleza, que es la expresión directa de la voluntad divina, sobre la base de la interpretación humana de las Sagradas Escrituras. Por el contrario, se debe aprender a leer e interpretar las escrituras a través de la naturaleza.
La iglesia católica prohibió la publicación de las obras de Galilei.
La fe de Galileo Galilei nunca fue cuestionada y lo hizo público de manera maravillosa, en las cartas que dirigió a su hija que era monja y vivía en un convento.
El papa Juan Pablo II, tuvo palabras que significaban en la práctica la rehabilitación de Galilei, el 31 de Octubre de 1992. Aunque el Santo Oficio católico, quitó de la lista de los libros prohibidos, a los escritos por Galilei en 1757.
La humanidad honra a uno de los hombres más brillantes de su historia. Y a uno de los que a pesar de todas las circunstancias, nunca abjuró de su fe en Dios.

Diego Acosta

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