La relevancia del hombre que se llamaba Saulo Pablo, es tan grande como importantes han sido los detalles de su vida.
Nació en Tarso, que formaba parte de la provincia de Cilicia en la actual Turquía, que por entonces estaba bajo la autoridad del imperio romano. Tarso, era además un importante centro cultural.
Pablo recibió el trasfondo de la influencia helenística originada en los griegos y por nacer en Tarso, ostentó la ciudadanía romana, que lo distinguía sobremanera y de la que se mostraba muy reconocido.
Su condición de ciudadano del imperio, también le permitió el trato con altos dignatarios, lo que seguramente elevó su nivel tanto en el trato como en las formas.
Sus padres le inculcaron su amor por las raíces del judaísmo y el conocimiento de las cuestiones mundanas, ya que en su hogar se hablaba el arameo, que era el idioma del pueblo.
Alrededor de los 15 años ingresó en la llamada Casa de Interpretación, donde tuvo la singular oportunidad de tener como maestro a uno de los grandes hombres del judaísmo: Gamaliel, que fue el primero de los grandes maestros fariseos que recibió el título de Rabbán, que significa nuestro maestro, una categoría superior a la de Rabí, que puede traducirse como mi maestro.
Pablo fue respetado por las autoridades judías por el alto nivel de sus conocimientos y por la firmeza de su oposición a los seguidores de Jesús.
Fiel a las costumbres de la época, Pablo además de estudiar debió aprender un oficio para ganarse el sustento y fue así como aprendió el arte de fabricar tiendas, muy reconocido en su tiempo. Oficio que desempeñó durante gran parte de su ministerio.
Los grandiosos detalles de su conversión con la intervención directa de Jesús, lo señalan a Pablo como un hombre esencial en el cristianismo. Tanto que además de sus Epístolas, fue el autor de la Carta a los Romanos, donde estableció los fundamentos del cristianismo. Enseñó sobre la Salvación, a la que solamente se puede llegar a través de la fe.
Pablo menciona la Ley, que es la que nos convence del pecado y de la necesidad de la Salvación por Cristo. También nos enseñó acerca de cómo debe ser la vida de un nuevo hombre y una nueva mujer, luego de haber sido perdonados.
Su cautividad y posible muerte en la capital del imperio que lo tuvo por uno de sus miembros, es otra de las notables circunstancias de su vida.
Pablo es un notable ejemplo, de cómo Dios no hace acepción de personas y elige a quienes tal vez, nunca hubiéramos elegido!
Diego Acosta