Una antigua costumbre propone que es bueno poner paños tibios en determinadas situaciones. La frase de tanto ser repetida se ha convertido en una especie de verdad popular.
Pero, es cierta?
NO.
La indicación de los paños tibios, no significa otra cosa que ir poniendo parches, cuando bíblicamente sabemos que no se deben poner.
Puede llamar la atención que mencionemos cuestiones espirituales, en donde aparentemente solo hay temas puramente materiales.
Pero la idea que se transmite con la cuestión de los parches, puede llevar a equivocaciones que nos alejan del verdadero fondo del problema.
Jesús dijo todo lo contrario, con relación a los paños tibios, a los parches, a los remiendos!
Fue categórico al anunciar que si obramos de esta manera lo único que conseguiremos, será provocar un problema mayor que el que tenemos.
Si nuestra situación es la de caer una y otra vez en la misma tentación, la única alternativa posible es tomar la decisión drástica de detenernos y pedir la ayuda del Eterno.
Solamente así saldremos de ese círculo que no tiene nada de virtuoso y que puede afectar gravemente nuestra vida al lado del Señor.
Marcos 2:21
ES – Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo;
de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace
peor la rotura
PT – Ninguém costura remendo de pano novo em veste velha;
porque o mesmo remendo novo rompe o velho, e a rotura fica maior.
Diego Acosta / Neide Ferreira