LA TIERRA…

DEVOCIONAL

Puede ocurrir que hayamos recibido un Mandato y ser incapaces de interpretarlo. Puede ser que Dios haya dispuesto entregarnos una simbólica Tierra Prometida?

La respuesta es tan concreta, que en principio puede resultar completamente ambigua. Es perfectamente posible que el Eterno haya dispuesto entregarnos por ejemplo, una ciudad, para que trabajemos en ella, lo que de ninguna manera significa que esa urbe sea de nuestra propiedad.

Seguramente la misma cuestión se pudo haber planteado Jacob cuando el Todopoderoso lo envió a Canaán, para que recibiera la Tierra por decreto en el nombre de Israel por Pacto sempiterno.

Era de él la Tierra Prometida?

No, pero era de pertenencia de Israel, del mismo modo que podemos recibir una determinada población, para que sea nuestro lugar donde servir, porque ese lugar es de ÉL.

Cada vez que busco ansiosamente una respuesta, la busco con seguridad en la Biblia, porque es la única manera de escuchar la Palabra de Dios!

Salmo 105:11
ES – Diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán
como porción de vuestra heredad.

PT – Dizendo: A ti darei a terra de Canaã
por limite da vossa herança.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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Visscher, Nicolaes Amsterdam, Unesco