Hay algunos pasajes bíblicos que deberíamos de leer con mucha frecuencia, por no decir todos los días, relacionados nuestras actitudes personales.
En sus mensajes a las siete Iglesias en el Libro de la Revelación, Jesús le dice a la de Efeso: Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Y les advierte: que si no vuelven al primer amor les será quitado su candelero.
Tremendas palabras que nos deben servir de referencia para nuestras propias vidas, porque seguramente la mayoría de nosotros nos encontramos en la misma situación que la Iglesia de Efeso.
Los logros de los efesios fueron notables: hicieron obras, trabajaron, fueron pacientes, reprobaron a los malos, probaron a los que se llamaban apóstoles, sufrieron y trabajaron arduamente y no desmayaron.
Pero la gran mayoría de nosotros repetimos las mismas acciones que los efesios, nos afanamos por las obras, por trabajar y nos olvidamos rápidamente el sentido profundo de nuestra vida: Tener siempre presente a Cristo.
Jesús no resta ningún mérito al trabajo en la Iglesia, ni al que se hace con las manos ni al que se practica en el espíritu, pero si nos reclama que nos arrepintamos, para volver a las primeras obras.
No debemos permitir que el trabajo mecánico perfectamente controlado, que el celo por la disciplina y la rigidez de las normas internas, sustituyan al primer amor. Caso contrario nos será quitado el candelero!
Apocalipsis 2:4
Diego Acosta García