LAS PROMESAS

Es muy difícil entender que las promesas que Dios ha hecho están cumplidas, cuando vemos que las circunstancias nos dicen exactamente lo contrario.

Una madre lamentaba amargamente la situación de su hijo se había alejado de Dios y se había acercado a malas compañías y con ellos al consumo de drogas y de alcohol.

Ella se preguntaba cómo era posible que su hijo se encontrara en esa situación si cuando nació, ella tuvo la certeza de la bendición y de las promesas de Dios sobre su vida.

Estaba totalmente desolada y corriendo el riesgo de apartarse ella también del Dios en el que había confiado y en el que comenzaba a dudar a causa de la tormenta que se abatía sobre su vida.

Pero la propia Palabra es la que actúa sobre las personas que están pasando momentos tan serios como el que pasaba esta madre, angustiada por su hijo y por su propia vida.

Le hicimos recordar que Dios nos aseguró que nunca se apartaría de nosotros, que estaría a nuestro lado para siempre y que ese compromiso tenía vigencia hasta el último día de nuestra vida.

Ella se aferró a esa promesa y comenzó a clamar por su hijo, a defenderlo de las ataduras que lo oprimían y a levantar la oración como el arma eficaz para derrotar al enemigo. Ella sabía que las promesas estaban cumplidas!

Josué 21:45
Diego acosta García

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