En medio de la brutal frivolidad en la que vivimos, sorprende cuando leemos alguna frase que nos conmueve y nos llama la atención. Leímos que un pastor afirmaba que él se sentía libre de predicar sobre cualquier tema en su iglesia.
Lo tremendo, es como explicaba esa situación. El pastor dijo: Como yo no vivo del sustento que me pueda dar la Iglesia, tengo esa plena libertad y la ejerzo todos los días en que debo predicar la Palabra de Dios.
No es textual la frase, pero está documentada en una de las grandes redes sociales. Debemos confesar que cuando pensamos en el texto nos quedamos profundamente impresionados.
Si un pastor se siente libre de predicar lo que Dios le pone en su corazón, porque no depende de las opiniones de la congregación porque su vida es sustentada con otros ingresos, que debemos pensar?
Lo primero que se nos viene a la mente es que aplicando la misma lógica, ese pastor habrá advertido que otros siervos no disfrutan de esa misma libertad, porque dependen económicamente de su Iglesia.
Si esto fuera así, en este momento debemos arrodillarnos ante el Supremo y clamar por su Misericordia!
Es posible que haya hombres y mujeres que predican condicionados por su situación económica, dependiente de una congregación?
Como es posible que el enemigo haya logrado semejante victoria sobre la Iglesia del Señor?
Levantemos un clamor por esta situación, si es que existe. Clamemos para que nuevamente la Palabra inspirada, no esté condicionada por ninguna causa y menos por el dinero!
2 Corintios 4:2
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira