En el mundo se suele comentar que una persona es exitosa cuando la suma de sus aciertos, es mayor que la de sus errores.
Esta es una manera de explicar por qué hay algunos hombres y mujeres que se distinguen, por los logros que la sociedad valora como importantes y por consiguiente los considera ejemplares.
Podemos coincidir con estas valoraciones?
Creemos que la respuesta es más que negativa. Es bastante triste advertir como los supuestos triunfadores, son el resultado de una vulgar suma y resta, aunque se trate de seres humanos.
Esto revela hasta el punto que hemos descendido siendo proclives a aceptar lo que la sociedad impone, sin ningún límite ni consideración moral.
Solo es posible ser exitoso, sin ningún condicionante ni nada que lo limite. Se trata de que al cabo de algún tiempo alguien determine que una persona es hombre o una mujer de mérito…medida por sus éxitos.
Pensemos: Que diría Jesús de semejantes argumentos?
Tal vez lo primero que haría sería llamarnos hipócritas, porque aunque negamos las cosas del mundo, en el fondo nos sentimos inclinados a aceptarlas.
También nos podría recordar que ÉL no vino al mundo a buscar ni a los justos ni a los poderosos, vino a traer la Salvación a los hombres sencillos como debemos ser cada uno de nosotros.
Su muerte y Resurrección solo pueden entenderse como la Suprema Expiación de nuestros pecados. No para que nos consideremos importantes, sino para que estemos libres del yugo de la maldad.
Seamos sabios y aprendamos de nuestros errores, para no repetirlos y para no tener la carga de la que nos liberó el Hijo del Hombre.
Juan 16:33
Pt – Tenho-vos dito isso, para que em mim tenhais paz;
no mundo tereis aflições, mas tende bom ânimo; eu venci o mundo.
ES – Tenho-vos dito isso, para que em mim tenhais paz;
no mundo tereis aflições, mas tende bom ânimo; eu venci o mundo.
Diego Acosta / Neide Ferreira
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