Uno de los argumentos que utilizan quienes reniegan de Dios, es el de afirmar que no ama a los suyos y por eso los limita.
Siguiendo esa línea de razonamiento y por oposición, quienes SÍ creemos en el Eterno, entendemos que precisamente son los límites, los que representan una gran demostración de su Amor hacia la especie de la que formamos parte.
Podemos imaginar un mundo sin límites?
Muy fácilmente.
Con dirigir nuestra mirada a todo lo que ocurre a nuestro alrededor podremos comprobar cómo es un mundo sin límites!
Con el perverso pretexto de la libertad individual, el mundo nos induce a creer que obrar sin ninguna clase de limitaciones, es un pleno ejercicio de ese derecho.
Es tan perverso el argumento, que por desear ser libres, nos esclavizamos de todos los males que sufre el mundo, desde la idolatría hasta la muerte.
Puede que alguien considere que esta afirmación es demasiado brutal. Pero acaso la realidad no es para aplicarle este adjetivo?
Desde hace un tiempo cada vez que veo a una persona, a un grupo de personas, en cualquier circunstancia, oro por ellas, con Misericordia.
No con mí misericordia, que es pequeña y limitada, sino con la Misericordia que nace del Señor, para que esas personas con las que me cruzo en la calle, por ejemplo, puedan recibir la Verdad.
Porque únicamente la Verdad nos hace Libres!
Vivir sin límites y la pretendida libertad que eso provocaría, no es otra cosa que esclavizarnos a una cruel manera de existencia, que nos convierte en sirvientes de todo lo malo!
Los LÍMITES, son una Gracia de Dios, para que vivamos en Libertad.
Romanos 8:21
Diego Acosta / Neide Ferreira