MAÑANA…

Esta palabra que puede tener varias acepciones, encierra una que es tremendamente peligrosa en cuanto la consideramos como parte de nuestra forma de afrontar determinadas situaciones.

Un dicho popular lo refleja muy claramente: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Una frase inspirada en lo que la Biblia nos enseña.

Cada día tiene su afán…en estas cinco palabras está contenida la sabiduría del Texto, donde se nos alienta a vivir día a día, sin lamentarnos del pastomorrow3ado ni atribularnos por el futuro.

Dejar para mañana es una estrategia perfecta para encaminarnos hacia el fracaso, porque vamos demorando las decisiones que debemos tomar o atrasando lo que se nos ha mandado hacer.

Si esto es peligroso en el mundo, con más razón lo será si observamos el tema desde la perspectiva espiritual, porque no tenemos razón para postergar algo que sabemos que debe ser hecho.

La falsa alternativa del momento oportuno la utiliza con alevosa habilidad el enemigo de nuestra fe, para darnos los argumentos que nos permitan dejar de cumplir lo que se nos ha mandado.

Dejar para mañana… es un método casi perfecto para que posterguemos en los hechos, nuestra confrontación con la Palabra del Señor y para alejarnos cada día un poco más de Él. Quedamos advertidos del peligro!

Deuteronomio 28:67
Diego Acosta García

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