Esta palabra, maquinar, siempre me ha impresionado como especialmente peligrosa, porque la he tenido como la expresión de algo que representa la maldad.
Incluso en mi vida puedo afirmar que todas las veces que me he sorprendido en la acción de maquinar, nunca me gustaron los motivos y mucho menos los resultados.
Hay algo casi tenebroso en la actitud de maquinar, que es diferente de pensar!
Maquinar es tramar algo en forma oculta, secreta, como si fuera una conspiración y por supuesto, con malas intenciones o malos propósitos.
Casi podríamos decir que es lo mismo que elaborar una iniquidad, que no solamente significa maldad sino que también representa la intención de realizar algo que supone una injusticia.
Todos estos pensamientos están relacionados con una situación de la que fui testigo y que fue muy explícita acerca de maquinar algo en perjuicio de alguien.
Las personas que se encuentran en una situación de inferioridad, siempre están expuestas a que quienes están por encima de ellas, tengan actitudes de prepotencia, basada en la soberbia.
Quién está sufriendo la agresión, rara vez tiene forma de defenderse. Pero eso es solo la apariencia, lo que el ojo humano puede abarcar.
Porque todos los débiles debemos de tener claro quién es nuestro Defensor, nuestro Abogado, nuestro Intercesor. Estando bajo su protección no hay ninguna maquinación que pueda triunfar.
Por esta razón he pensado que cuando nos llegue el momento de afrontar a alguien que ha tramado algo en nuestra contra, reaccionemos sin resentimiento y con humildad.
La Justicia vendrá de una mano mucho más poderosa que la de cualquier humano, por importante que se crea.
Miqueas 2:1
Diego Acosta / Neide Ferreira