Millones de personas entenderán lo que significa el uso de la tinta. Y otra considerable cantidad de millones de personas con menos edad, pensará que estamos hablando de la prehistoria.
Con la tinta fueron escritos grandes libros, poemas y música maravillosa, además de sandeces y tonterías que siempre han unificado a la especie.
Para quienes han vivido bajo la masificación de la tecnología, la tinta puede resultar difícil de imaginar. Y el concepto de media tinta, más difícil todavía.
La media tinta, sería como que a algo que se utiliza para escribir o se utilizaba para escribir, se le agregara agua y por tanto quedara diluida.
Estos argumentos son una aproximación a la cuestión principal: Muchos de nosotros vivimos como si a nuestra vida interior, le hubiéramos agregado agua y de esta forma vivimos diluidos…
La tinta aseguraba un tiempo de lectura perfecta, para luego ir disminuyendo en la intensidad de las marcas dejadas sobre el papel.
Si le agregamos agua, esa marca será menos indeleble y de menor conservación con los años. No es así como vivimos?
Aquella formidable enseñanza que adquirimos con la Palabra de Dios, la vamos diluyendo con el agua de la tibieza, del conformismo, de la aceptación de pensamientos errados, de las cosas del mundo.
De pronto aquello que aseguraba un trazo firme y decidido, indeleble en nuestro corazón, se transformó en algo que a nosotros mismos nos cuesta reconocer.
Pero con tinta o sin ella, aquello que Dios habló y aquello que el Padre hizo a través de su Hijo, permanecerá para siempre.
Aunque haya mercaderes de la Palabra, que pretendan diluirla con sus falsas enseñanzas!
Lucas 4:4
Jesús, respondiéndole, dijo:
Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Diego Acosta / Neide Ferreira