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Segundo día de tensión extrema en el límite de la franja de Gaza, donde miles de manifestantes expresan su dolor y su encono hacia el estado hebreo.
Casi 60 muertos es una cantidad que impresiona, provoca angustia y deja sin palabras a quienes deberían ser interlocutores de una solución concreta.
La Liga árabe rechazó la propuesta de Partición de Palestina para crear dos estados y una zona internacional para Jerusalén y Belén, bajo el control de las Naciones Unidas.
Desde entonces los enfrentamientos se han sucedido con centenares de muertos, dolor, frustración y un futuro que para muchos no existe, marginados incluso por los propios árabes.
La prensa alemana destacaba sobre la jornada de ayer la extrema violencia de los intentos palestinos de llegar hasta la propia frontera y el uso de medios elementales pero contundentes.
Hamás extiende su poder sobre los manifestantes, buscando un protagonismo que va perdiendo en Gaza como consecuencia de sus propios errores y omisiones en la tarea de solucionar los problemas de sus habitantes.
Que ocurriría si los palestinos quebraran la línea de defensa israelíes y avanzaran sobre el territorio judío? Una preguntan tan inquietante como tremenda en sus consecuencias.
Estados Unidos respalda a Israel, Alemania condena los ataques iraníes, Francia la contundencia de Israel y Rusia, pide extrema prudencia.
Mirando a Israel el futuro es venturoso para el pequeño país, el Pueblo de Dios. Pero mirando hacia Gaza, el futuro es tan incierto como impredecible.
Hasta cuando la hipocresía seguirá costando vidas?
Si la solución de los dos estados parece inviable, por la negativa de los árabes, la responsabilidad humana exige que se busque una variante.
Garantizar la existencia de Israel y una vida mejor para los palestinos, es la gran cuestión para solucionar.
Diego Acosta
