Es penosamente cierto que hay personas que con sus silencios justifican lo injustificable!
Esta actitud no es ni más ni menos que una media verdad. Lo que es lo mismo que decir que están mintiendo, porque la Verdad es Verdad, no lo puede ser nunca a medias.
MIRAR para otra parte es un recurso que se utiliza con demasiada frecuencia, como para que se aceptable porque evidentemente ha perdido su condición de novedoso.
Jesús no nos mandó escondernos!
Todo lo contrario El Hijo del Hombre le pidió al Padre que nos guardara, pero no que nos quitara del lugar desde donde debemos de cumplir con la Gran Comisión.
Por esa razón cada vez que desviamos nuestra mirada de lo que estamos obligados a ver, nos engañamos nosotros mismos y pretendemos engañar al Todopoderoso.
Esta realidad también la vivimos en nuestras iglesias, donde los silencios son tan ominosos, como desgarradores los hechos que no se denuncian.
Los conceptos de que con Jesús todo estará bien, que nada nos afectará y que no nos debemos preocupar porque estamos bajo su manto, son tan engañadores como preocupantes.
Engañadores, para los asistentes a los cultos y preocupantes, porque quienes pronuncian esos mensajes deberían ser fieles con el mandato recibido.
Ningún pastor engañaría a sus ovejas anunciándoles que el lobo no podrá alcanzarlas, por más que las persiga o las amenace.
MIRAR para otro lado, significa también desviar la mirada frente a la presencia de Dios!
No seamos cómplices de las malas actitudes ni las aceptemos como buenas. Recordemos que un día todos responderemos por nuestros hechos!
Hebreos 11:26
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira