MORIR DE ÉXITO

 

Esta frase que hemos escuchado tantas veces resume los peligros que encierra el sentirse un triunfador, un hombre o una mujer que ha logrado fama y fortuna.

Es también una forma de aludir a las personas que en determinados momentos logran fulgurantes ascensos, para luego caer de la misma manera en la que subieron.

Morir de éxito también alude no solo a los triunfos, sino también a las caídas y  como la sociedad trata con beneplácito a unos y con desprecio a los otros.

 

Nada hay más peligroso en la sociedad en la que vivimos que ser un perdedor o alguien que ha muerto de éxito, seguramente porque son espejos en los que nadie desea mirarse.

Por esto es que alertamos sobre la posibilidad de que también nosotros los creyentes podamos morir de éxito…porque creemos prédicas triunfalistas o doctrinas llenas de prosperidad

 

Tanto en los buenos tiempos como en los que no lo son, deberemos tener rotundamente presente que nuestro Padre es el Soberano y que debemos ser humildes en todas las circunstancias.

Morir de éxito puede ser la alternativa que debamos afrontar cuando nos olvidemos de quienes fuimos y de quienes somos, cuando éramos hijos del pecado y cuando somos hijos de Dios.

Salmos 78:11

Diego Acosta García

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