NADA…

Todas las veces que me sorprendo pensando en lo que me falta, en lo que me gustaría tener, debo pedir perdón por mis arrebatos de humana condición.

Me quejo por todo lo que creo que me falta…!

Me quejo por todo lo que me gustaría tener de lo que poseen los demás!

Me quejo por la facilidad con que algunas personas logran amistades!

Me quejo…

La lista es demasiado larga y por supuesto, demasiada conocida como para extenderme en ella. Y lo que más me entristece es el espíritu de queja.

Con que facilidad me olvido de la dura vida de los profetas!

Con que facilidad me olvido de la propia existencia terrenal del Hijo del Hombre!

Tengo lo que es bueno que tenga!

Si tuviera más sería un soberbio!

Si tuviera menos un sería un quejoso!

Cada uno tiene lo que es bueno que tenga!

Cuando viene a mí el espíritu de queja, me recuerdo de Jesús y entonces levanto la mirada y doy gracias…por todo!

Mateo 8:20

Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

Mateus 8:20

E disse Jesus: As raposas têm covis, e as aves do céu têm ninhos, mas o Filho do Homem não tem onde reclinar a cabeça.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com