Blog del TIEMPO!
A poco más de cinco meses de haberse iniciado la Primera Guerra Mundial, ocurrieron varios episodios asombrosos en un conflicto armado.
En el cruento episodio de la historia humana, soldados alemanes y británicos, depusieron los combates y se reunieron en la tierra de nadie, confraternizando en una memorable pausa en el día de Navidad.
El Frente Occidental fue es el escenario de la voluntad de los hombres de sentirse hermanos, a pesar de que estaban enfrentados en lo que sería una terrible guerra.
Los mandos superiores de los dos ejércitos condenaron los episodios de fraternidad y se aseguraron que no se volvieran a repetir a lo largo de las navidades que se sucedieron hasta 1918.
Rescatar este momento de la historia, se torna especialmente importante, luego de que los hombres no solamente no aprendimos esa lección, sino que además nos enfrentamos en otra Guerra Mundial.
Quedan para las generaciones futuras, el testimonio de hombres enfrentados hasta la muerte, que repitieron algunos versículos del Salmo 23:
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.
Aprenderemos los hombres la lección de Amor que nos impartió Jesús?
Diego Acosta