El doloroso cumplimiento del anuncio de Jesús a Pedro, de que lo negaría tres veces antes de que cantare el gallo anunciando el nuevo día, es motivo de una lectura rápida.
Por qué? Porque ninguno de nosotros quiere confrontarse con la idea de que un día negaremos a Jesús como lo hizo su discípulo, en horas de adversidad y de temor.
Esta actitud puede parecer legítima pero si pensamos con realismo, podríamos llegar a la conclusión que nosotros como Pedro muchas veces negamos al Señor.
Es evidente que no de la misma manera que lo hizo el pescador, pero sí en otras circunstancias acordes con el tiempo en el que vivimos y en el que nos toca actuar.
Jesús dijo que cuando le negamos un vaso de agua a alguien, también se lo estábamos negando a Él. Es decir, cuando no ayudamos a alguien que lo precisaba, también le estábamos negando ayuda al Señor.
Entendiendo esto podremos pensar y arrepentirnos de cuántas veces negamos al Señor con nuestra desidia, nuestra comodidad o nuestra indiferencia, cuando pudiendo hacer algo, no hicimos nada.
El juicio a Pedro en realidad es un juicio a nosotros mismos, porque negamos al Señor con nuestra falta de obras de fe. Pensemos si no es la hora de cambiar de vida como hizo Pedro y servir a Jesús?.
Juan 18:27
Diego Acosta García