Podemos desafiar a Dios impunemente?
Podemos declararnos su enemigo?
Esto fue exactamente lo que hizo el biznieto de Noé, que es mencionado como el vigoroso cazador delante de Jehová.
Nimrod fue el primer poderoso de la Tierra, el primer arquetipo de lo que podemos llamar el “Anticristo”, mencionado en el Libro de Apocalipsis.
Cuál fue el pecado de Nimrod?
Su soberbia, que era tan grande que decidió enfrentar lo dispuesto por Jehová de que los descendientes de Noé se expandieran por toda la Tierra para poblarla.
Pero él decidió lo contrario. No en vano cuando es mencionado en el Libro de Génesis se habla de él, como que está delante de Jehová. Pero el delante no significa otra cosa que enfrentando a Jehová.
Su nombre en hebreo significa: Nos rebelaremos, en el sentido de enfrentarse en forma violenta contra el propio Eterno.
El verdadero desafío de Nimrod se consumaría en la ciudad de Babel que luego sería Babilonia, la destructora del Pueblo de Dios y de la Ciudad Santa.
Pretendía construir una ciudad que se alzara en el cielo hasta llegar al propio Eterno, consumando así lo contrario de lo que había dispuesto de que poblaran toda la tierra conocida.
Pensemos: Acaso no hay algo de Nimrod en nuestro interior, cuando nos rebelamos contra lo que sabemos que ha sido establecido por Dios?
El final de Nimrod fue perpetrado por sus asesinos, cuando se intentaba hacer un culto de su persona, como el dios moloh, al que había que ofrecer sacrificios de niños vivos.
No desafiemos al Eterno!
Seamos sabios y pidamos humildemente perdón!
Génesis 11:6-9
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira