Jesús desafió a la sociedad a mostrarse tal y como era.

Por eso defendió de manera muy especial a los huérfanos, a las viudas, a los extranjeros y compartió su tiempo con aquellos que estaban marginados por los importantes.

El mensaje del Hijo de Dios se mantiene perdurable a lo largo de los siglos porque sigue representando la defensa de quienes están desprotegidos frente a los comportamientos prepotentes e inmisericordes de los poderosos.

Seguramente por esto hay muchos mandatarios que no toleran que se los critique ni se los cuestione, porque todos en el fondo y aún sin saberlo, están expuestos a las manifestaciones de Jesús sobre el Amor y la Misericordia.

Cuando vemos la imagen conmovedora de un niño en necesidad, algo se mueve en nuestro interior. En algunos casos la dureza del corazón obra rápidamente y genera indiferencia.Pero en otros el desasosiego revela que la conciencia está actuando.

Un niño en necesidad tiene el mismo sentido que negar agua o alimento a Jesús!

Si le negamos oportunidades a un niño, se las estamos negando a Jesús y por eso las consecuencias son tan grandes. Si la avaricia nos aparta de las necesidades de los más débiles, la avaricia misma nos generará el castigo.

Los niños, las viudas, los huérfanos, los extranjeros, tienen un poderoso Abogado. El mejor de todos y Él obra para que se haga justicia con quienes están indefensos.

Por esta razón no abandonemos a los débiles. Nunca!

Lucas 18:16-17

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira