OBEDIENCIA

Los creyentes sabemos que Dios no nos exige sacrificios ni mucho menos penitencias. Nos demanda obediencia en su forma superior, porque debe estar basada en la confianza hacia Él.

María dejó un grandioso ejemplo de esa forma superior de obediencia basada en la confianza de que nada le ocurriría a pesar de las circunstancias de su maternidad.obe1

No le temió a la muerte por lapidación que podría haber recibido por adulterio, como se practicaba entonces y que fue el caso en el que Jesús habló de quién estuviera libre de pecado que tirara la primera piedra.

Esa plena disposición para que se hiciera en ella lo que Dios le anunciaba estaba basada en la confianza de que nada que provenga del Padre podrá ser malo para sus hijos.

Siguiendo el ejemplo deberíamos comprender que la obediencia nos coloca bajo la protección del Eterno porque estamos sujetos a su Voluntad y por tanto somos su responsabilidad.

Por tanto en cada uno de nuestros actos debemos dar prueba de obediencia, en los pequeños hechos cotidianos para demostrar que siendo obedientes en lo poco seremos fieles en lo mucho.

Un hombre obediente será un siervo comprometido, un hombre cuidadoso de las personas que estén a su cargo y un ejemplo de lo que significa cumplir el mandato de Obedecer.

Proverbios 3:1-3
Diego Acosta García

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