La mayoría de nosotros seguramente proclamará sin dudar que sómos obedientes. Y en el rango superior de esta actitud colocamos con rotundidad a Dios.
La obediencia está en relación directa con la confianza. El día en que comenzamos a dudar y nuestra confianza deja de ser tan sólida, en la misma medida dejamos de ser tan obedientes.
Es una relación causa-efecto que es propio de la naturaleza humana.
Por qué Noé halló gracia antes los ojos de Jehová?
Porque conocía su corazón y tenía la certeza de que sería obediente y que su confianza no declinaría. Por eso le encomendó una tarea grandiosa, aún para nuestros tiempos.
Construir un arca en aquella época era una obra que superaba incluso los límites de la imaginación. Y el motivo por el que el patriarca debía construir el arca, era más difícil de dimensionar todavía.
Pero Noé fue fiel. Desafió incluso a su propia mente para entender que si el Eterno le había encomendado una misión única en la historia de los hombres, él debía obedecer.
Aunque no se hiciera una idea de lo que significaba en su sentido más amplio el propósito del arca y más difícil todavía, concebir que todo lo que estaba visible a los ojos de los hombres desaparecería bajo las aguas.
Tratemos de ser como Noé.
Aunque no comprendamos lo que se nos manda hacer, lo hagamos sabiendo que Dios es Omnisciente!
Génesis 6:13-14
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
