OFENSAS

Con qué energía reaccionamos cuando nos sentimos agraviados, ofendidos en nuestra supuesta importancia!

Somos capaces de tener los gestos más insólitos cuando nuestra persona ha sufrido insultos o hemos sido menospreciados.

Es casi totalmente explicable que no permitamos que se nos ataque de manera que nos podamos sentir agraviados en nu??????????????????????????estro honor, en nuestra hipotética dignidad.

Somos francamente celosos de todo lo que se nos diga o de todo lo que se nos haga, poniendo de manifiesto el alto concepto que tenemos de nosotros mismos.

En esas circunstancias deberíamos recordar las actitudes de Jesús, cuando no solamente fue acusado injustamente de blasfemo sino que por esa razón fue condenado a muerte.

Jesús no solo no se defendió de un cargo de tanta gravedad sino que mansamente dejó que quienes lo injuriaron además lo condenaron a perder la vida.

Por qué no reaccionamos como Él?

Probablemente porque nosotros consideramos que no deberíamos ser acusados de nada que sea una flagrante mentira y mucho menos ser condenados por algo que no hicimos.

Nuestras reacciones son proporcionales a los agravios recibidos.

En realidad deberíamos hacer exactamente lo contrario. Aceptar con mansedumbre lo que se nos diga e incluso aceptar con entereza las condenas que podamos sufrir.

Es lo que nos enseñó Jesús! Es como debemos obrar!

Marcos 14:64-65
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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