Sabiendo que el modelo Perfecto es Jesús, en determinadas ocasiones no podemos menos que recordar a un respetado hermano que tiene un talento que no hemos conocido en ninguna otra persona.
Nuestro amigo, según la opinión de la mayoría de quienes lo conocemos, es un PACIFICADOR.
Por sorprendente que resulte, encontrar a un pacificador es difícil y por tanto es toda una bendición, porque a través de él, el Señor se place en mostrarnos como son muchas nuestras actitudes, equivocadas y opuestas a lo que significa este ministerio.
Cuando nos acordamos de él? Por ejemplo, cuando reaccionamos airadamente, cuando nos dejamos dominar por lo peor de nosotros, entonces pensamos como sería su comportamiento en un momento semejante.
Seguramente no hubiera reaccionado con ira y muy por el contrario hubiera apelado a las buenas maneras y al diálogo, para evitar que un simple episodio de desencuentro se convierta en un auténtico problema.
Las personas que tienen este talento casi siempre nos dejan en evidencia a quienes obramos arrebatadamente, sin detenernos a pensar en lo que vamos a hacer y mucho menos en lo que podamos llegar a decir.
Un pacificador nunca obraría a partir de un arrebato y nunca diría más de lo que la prudencia aconseja. Con estas sencillas maneras de proceder logra calmar los ánimos, serenar las tempestades.
Jesús nos enseñó que deberíamos mansos y humildes como Él era. A través de un pacificador nos enseña como operan la mansedumbre y la humildad. Demos gracias a los pacificadores, demos gracias al Señor por haberlos puesto en nuestro camino!.
Mateo 5:9
Devocional: Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
www.septimomilenio.com
Edición: Davi Blumenthal
PactoNuevo – http://www.pactonuevo.org