DEVOCIONAL
Cuando pensamos en los impuestos, en los tributos, surgen rápidamente dos cuestiones. Una es la que deben ser pagados y otra, la contraria que nos alienta a no hacerlo.
En este último grupo me incluí hasta que por la Gracia conocí a Jesús y desde entonces tuve que modificar los criterios con los que había vivido más de medio siglo.
La cuestión de pagar muchas veces la confundimos con nuestras ideas políticas o con lo que pensamos de los gobiernos o de los políticos.
Sin embargo, estoy convencido que se trata de una obligación que debemos asumir, puesto que es lo que nos mandó el propio Hijo del Hombre.
Pagar los impuestos, los tributos, es en definitiva una cuestión de alto contenido espiritual y está muy lejos de ser una opción. El día que lo comprendí comenzó también en mi vida la bendición de la Obediencia.
Mateo 22:21
Le dijeron: De César.
Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César,
y a Dios lo que es de Dios.
Mateus 22:21
Disseram-lhe eles: De César.
Então, ele lhes disse: Dai, pois, a César o que é de César
e a Deus, o que é de Deus.
Diego Acosta / Neide Ferreira