PAJARILLO

pajarillo


Durante un largo rato estuve mirando como una madre pájaro daba de comer a su pequeño hijo. Iba y venía buscando los trozos de pan que les había arrojado y elegía los más adecuados.

Con mucho amor luego los depositaba en el pico de su polluelo. Los trozos más grandes eran para ella, porque no hubieran sido buenos para él.

Seguramente habrá quien piense: Vaya novedad! Quién no ha visto a un pájaro dando de comer a su hijo! Esa es una historia muy vista y muy repetida!

Y siendo riguroso, quién esto diga tendrá razón!

Pero, como siempre hay un pero, es bueno reparar en los detalles, como yo reparé en aquella escena tan tierna entre la madre y su hijo.

Ella nunca le dio cualquier trozo. Por el contrario los buscó y cuando los encontró adecuados, recién entonces los depositó en el pico de su hijo.

Es decir no solo cumplió con su obligación, sino que lo hizo con el máximo cuidado, tratando de elegir siempre lo mejor para su hijo.

Una vez satisfecha la necesidad de comida de su polluelo, recién entonces se alimentó. Con qué: Con todo lo que no hubiera sido bueno para él.

Mientras miraba pensaba: No es así como Dios me cuida, nos cuida?

Nunca recibiremos más de lo que debemos, para que no nos resulte inadecuado. Y tampoco para que no nos resulte excesivo.

Entonces: Por qué dudo del cuidado del Todopoderoso?

Entonces: Por qué dudamos del cuidado de Eterno?

La respuesta es dramática para nosotros: Porque por mucho que hagamos, nunca seremos merecedores de sus cuidados!

Job 10:12

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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