Leyendo el Salmo 88 pensamos que es necesario que dediquemos un tiempo a la reflexión, que es oportuna una pausa para analizar lo que se nos enseña en la Biblia.
El tema de la muerte pareciera ser que es una cuestión sobre la que inexorablemente tendremos que hablar, pero que nos interesa bastante poco hacerlo.
Sin embargo es preciso recordar que el salmista clama a Dios porque se encuentra desvalido en un trance muy cercano a su final y se pregunta si ha sido abandonado por el Creador.
Cuántas veces habremos estado en situaciones parecidas y pensando cosas por el estilo? No necesariamente porque hubiéramos estado al borde de la muerte, pero sí en situaciones cercanas a la sensación de abandono total.
Sentirse lejos de Dios y abandonado por Él podría ser el resultado de una vida sujeta a las debilidades humanas y de allí la aflicción y las penurias que debemos soportar.
Hacer una pausa y reflexionar sobre todo esto, no es caer ni en el desánimo ni en la tristeza, es buscar un encuentro con el Eterno para clamar por su Misericordia.
El salmista dice que está afligido y menesteroso y también nosotros podríamos decir lo mismo. Pero en la pausa que hagamos, podremos restaurar nuestra relación y empezar un nuevo tiempo con el Señor.
Salmos 88:12-13
Diego Acosta García