PLAZO

plazo

 


Cuando tenía pendiente una cuestión que concretar en un cierto tiempo, casi invariablemente ocurría que me dejaba llevar por la ansiedad o por la desidia.

Si era algo que me importaba mucho que se materializara, me abrumaba la necesidad de que la fecha establecida llegara lo antes posible.

Por lo contrario, si era algo que no me satisfacía mucho o que no lo creía muy necesario, dejaba pasar los días y no hacía lo que correspondía hacer.

Tengo la certeza de que tanto una cosa como la otra no estaban bien, pero sin embargo, una y otra vez las repetía, confirmando que soy capaz de tropezar en más ocasión con la misma piedra.

Este ciclo de repeticiones me resultó abrumador, hasta que un día pedí ayuda al Supremo para que me liberara de estas ataduras.

Y como siempre hubo respuesta!

Podría decir que como siempre, resultó sorpresiva por la forma, pero no fue inesperada, porque tengo la convicción de que el Eterno siempre responde.

Desde que recibí la respuesta, soy capaz de aprender a dominar tanto la ansiedad como la indolencia, porque tengo la absoluta seguridad de que el tiempo se cumplirá inexorablemente.

Por tanto por mucho que me afane o por mucho que deje de hacer, el día llegará y entonces tendré la certeza que el tiempo de Dios se ha cumplido.

Creo que sería bueno que aprendiéramos esta lección, porque nos evitaríamos muchas situaciones que para nada confirman que nos llamemos hijos del Creador.

Todo lo que requiera tiempo, llegará. Ni antes ni después, en el momento justo!

En el PLAZO exacto!

Daniel 11:35

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

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