POR QUÉ TE ABATES?


En circunstancias personales bastante complicadas el Espíritu nos habló claramente y nos preguntó: Por qué te abates? Por qué te preocupas tanto? Por qué has perdido la calma?

La primera reacción fue la de pensar que además de tener problemas tenía que responder a preguntas difíciles de contestar y difíciles de entender en momentos como los que estábamos viviendo.

El Espíritu es paciente y misericordioso y lentamente nos hizo entender que las preguntas estaban dirigidas no ha complicarnos más la vida, sino a todo lo contrario.

Por qué nos  abatíamos? Esta es la pregunta principal y este es el verdadero centro de todo el problema, cuando nos encontramos tan absorbidos por nuestros problemas, es cuando perdemos toda noción y referencia.

Por qué te abates? La respuesta más directa sería porque en medio de nuestras tribulaciones en lugar de centrarnos en lo verdadero y fundamental, nos preocupamos por nuestras circunstancias.

Porque en lugar de mirar hacia lo Alto solamente miramos hacia lo más inmediato que nos rodea y entonces perdemos la razón de ser de nuestra condición de creyentes.

Si somos hijos de Dios por qué nos permitimos el sentimiento de abatimiento? Por qué no confiamos en que Él nunca nos pondrá ante situaciones que no podamos soportar?. Él es un Padre amoroso!

Salmos 126:23
Diego Acosta García

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