Dos jóvenes líderes me plantearon como debían obrar, ante los errores de interpretación de pasajes bíblicos por algunos predicadores.
Estaban preocupados y precisaban una respuesta. Y vino de la propia Biblia, para que ser revelada a quienes estaban obrando mal y a quienes escuchaban los mensajes.
En estas ocasiones, es muy difícil hablar del tema con el predicador, porque sus argumentos se desviarán hacia la disciplina y no a la cuestión.
Quién se equivoca varias veces en sus interpretaciones de los pasajes bíblicos, difícilmente admitirá su error y en cambio, ejercerá su autoridad y demandará no caer en rebeldía.
La Palabra de Dios nos manda orar en todo momento y circunstancia, por todo y por todos!
Es la gran solución a este problema y a cualquier otro que se presente en una congregación!
Orar para que el Eterno inquiete a quién se equivoca!
Orar para que los que escuchen interpretaciones equivocadas, sean capaces de escudriñar los mensajes y contrastarlos con la Biblia.
No es una solución fácil, pero siempre es importante dar el espacio y el tiempo para que el Soberano obre sobre todas las circunstancias.
No es lo único que se puede hacer, pero sí es lo primero que se debe intentar!
Salmo 19:11
ES – ¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
PT – Quem pode entender os próprios erros?
Expurga-me tu dos que me são ocultos.
Diego Acosta / Neide Ferreira