Hay palabras que de solo mencionarlas generan un profundo rechazo, con muy fundadas razones. Una de ellas es…privilegio. Seguramente porque está ligada a los tiempos en que algunas personas gozaban de derechos que resultaban ofensivos hasta con lo natural.
Por esta razón a lo largo de los tiempos las sociedades fueron consiguiendo y no siempre sin sufrimientos extremos, que esos prilegios que violentaban los derechos naturales de las personas fueron abolidos.
Y todavía debemos luchar contra privilegios que atentan contra la dignidad de las personas!
De donde surge este tema para relacionarla con las cuestiones de Dios? Simplemente porque en un determinado momento nos soprendimos dando gracias al Señor por estar disfrutando de un…privilegio.
Solo que en este caso el agradecimiento estaba relacionado con esos pequeños presentes que nos hace el Eterno a lo largo del día y que no somos capaces de percibir, porque estamos tan absorbidos por nuestra propia importancia, que no los advertimos.
Algo así nos ocurrió una mañana cuando de pronto percibimos algo diferente, distinto, que nos llamaba la atención. Al cabo de unos instantes recién nos dimos cuenta que lo que había captado nuestro interés era… el canto de los pajaritos!
Dimos las gracias por varias razones: Por el privilegio de haberlos escuchado, por permitirnos recordar una vez más la Grandeza de la Creación y por haber sido capaces de sobreponernos a nuestras preocupaciones y escuchar a unos simples pajaritos que nos alegraron el día.
Y disfrutando de tamaño privilegio advertimos algo preocupante: Cuántas veces nos habrá hablado el Señor y no lo hemos escuchado?
Apocalipsis 2:7
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira